Hijo de panista antiguo.

Hace algunos días el diputado Clouthier dijo que en Sinaloa no se veía la supuesta "guerra contra el narco" y le contestaron desde la vicepresidencia de la bancada panista que se retractara o renunciara. Hace pocos días también ocurrió que el secretario de gobernación Fernando Gómez Mont expresó su desacuerdo por la alianza PAN-PRD contra el PRI; pronto nos enteramos de su renuncia a la militancia panista: el presidente nacional de AN le reiteró mutatis mutandis que las alianzas se tejen en la órbita del partido y no en la órbita del gobierno y que el secretario de gobernación poco tiene que opinar al respecto.

Si no está dispuesto a cumplir su palabra, su compromiso firmado como candidato, que deje a su suplente la curul y que éste sea quien cumpla con el compromiso de respaldar al Ejecutivo en su lucha sin cuartel contra el crimen organizado

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El señor Fernando Gómez Mont es descendiente directo del legendario Felipe Gómez Mont -uno de los panistas que renunciaron a su cargo como diputados para no avalar el fraude electoral del 48, si no mal recuerdo- y un personaje que es parte del núcleo duro panista: consejero nacional, egresado de la Escuela Libre de Derecho, etc. Y aunque no vamos a alabar aquí su refinado gusto y atracción por ciertos temas de la derecha, los señalamientos de enriquecimiento inmoral de su buffete y la supuesta frialdad que posee para arremeter contra grupos de izquierda, tenemos que reconocer que forma parte de la hermandad de AN, esa que retaca de proverbios humanistas los discursos de las asambleas y convenciones. Es un hombre clave dentro del panismo (o por lo menos eso parecía).

El diputado Clouthier, es descendiente del gran "Maquío". Y al Maquío quiero dedicarle primero algunas palabras: fue un candidato a quien se recuerda más como panista que como el priísta que fue. Un hombre de quien se hablan maravillas y del que se recuerdan frases como "sólo está derrotado aquel que deja de luchar" (que he oído hasta el sopor) pero quien destruyó ciertas formas y mecanismos "tradicionales" de lucha panista: al derrotar a González Schmall (hoy senador por Convergencia) en la primera asamblea nacional panista que se señala como fraudulenta, instituyó la posibilidad pragmática del éxito electoral, éxito que hoy ha hundido al PAN en la crisis de valores que aquí estamos documentando. Sin embargo Clouthier para muchos panistas representa un ícono de batalla, un símbolo de tezón y congruencia (en lo personal, me representa el inicio de la destrucción ideológica del partido) siendo tan importante su imagen que muchos panistas encuentran en ella el origen de su identidad. Bien, pues supongo que se espera que su hijo Manuel (hoy diputado Clouthier) posea una gran fuerza gravitacional al interior de las cúpulas panistas.

Si Fernando Gómez Mont renuncia al partido y, a días, al diputado Clouthier le piden su renuncia por diferencias de opinión, nos vemos obligados a señalar y a recordar un viejo defecto y una virtud eminentemente panistas: la intolerancia, la incapacidad de aceptar diferencias, de prejuzgar las diferencias y de temerle a lo diferente, aunado a la peligrosa facilidad de convencerse de las bondades de la "obediencia" y la "disciplina". Tengo que reconocer que ni el secretario Gómez Mont, ni el diputado Clouthier me agradan como panistas, ni como funcionarios, pero habrá que ver más allá de las simpatías: podemos estar seguros que detrás de la diferencia está la sinceridad incómoda y que a la concordancia la sostiene, por lo menos, la falta de imaginación o la falta de libertad para pensar diferente. Como decía mi papá: "detrás del capote está la espada" (yo también soy hijo de un fundador panista).