Autopsias prematuras (S. Crouch / Wright Jr / W. Marsalis)

El Chatino fue uno de los más grandes melómanos que conocí. Desde chico, el Chatino tuvo un gusto sofisticado por la música. Entre 1995 y el 2005 fueron muchas las sesiones de cervezas y música que gocé en su casa. En una de esas varias ocasiones, el Chatino puso un láser disc (casi nadie tuvo uno de esos) con el concierto que ofreció en vivo Winston Marsalis con su Lincoln Center Orchesta. Se trata de tres piezas que aparecen en el álbum The Majesty of the Jazz, la primera pieza es una marcha fúnebre The Death of the jazz, el discurso Autopsias prematuras y "¡Oh! Pero al tercer día..." la resurrección del jazz. 
Recomiendo escucharlas aquí:

Estas piezas refieren a la discusión sobre sí el jazz (como Dios, el arte, la filosofía, el ajedrez) ya se abarcaron. Desde el punto de vista de algunos es inevitable su agotamiento: de ahí que ya todo el jazz fue tocado y abarcado (logro que se puede atribuir a Miles Davis), para otros músicos y pensadores, estos campos, como el espíritu humano son (deben ser) infinitos. No quiero discutir cuál de las partes tiene la razón. Quiero enfocarme en el poder discursivo del reverendo Stanley Crouch, en la voz del reverendo Wrigth Jr y en la propuesta de Marsalis. Después de varios años, logré la traducción de Autopsias prematuras al castellano en el 2017, como parte de una serie de ensayos y experimentos para aprobar la evaluación de idiomas del doctorado en la UNAM.

Aquí, mi interpretación del discurso:

"Nos han dicho que estamos de luto y que debemos saber que el Jazz era una música noble. Que tenía majestad. Sí, en efecto: era majestuoso. Desde las profundidades de su alma, en donde las notas alcanzan el estado de revelación (lo cual sólo puede esperarse de un gran arte) esta noble música construyó un puente. En efecto, un puente. Un puente que iba del reino de sueños a las carreteras y a las desviaciones y a los caminos y a las terracerías de la acción. Para ser más preciso, permítaseme decir que esta música era, en sí misma, acción. Como si fuera un caballero envuelto en una reluciente armadura de invención, de creatividad, de integridad, de tolerancia, de sofisticación, de alma, esta música tomó el campo de batalla. Esta música llegó cuando el corazón se encontraba palpitante y abatido por la desesperación que habían impuesto los dragones. Cuando un dragón se cree magnífico, intentará hacerte creer que necesitas dirigirte a través de una inevitable agitación, que la vida humana está más allá de tu alcance. Si ese dragón se cree lo suficientemente magnífico, intentará convencerte de que no hay escape, de que no hay oportunidad y de que no hay ninguna salvación de su terrible dominio. Te dirá que estás destinado a vivir toda tu vida en la oscuridad. Pero cuando una música majestuosa como ésta toma el campo de batalla, cuando divide las aguas del silencio y del ruido con la energía de la canción, cuando esta majestuosa concantenación de ritmo, armonía y melodía se monta en el mundo invisible de la música, los oídos y las vidas comienzan a cambiar y los que eran musicalmente cojos comienzan a caminar con una carismática sofisticación en sus pasos."

"Tú lo has visto, cuando algo es puro, cuando algo tiene las razones más nobles en su propósito fundamental, se convertirá en una luz encendida en la oscura cueva del silencio. Sí, en efecto era una música noble... Digo que era noble porque hoy nos dicen que esta gran música murió. Nos dicen que su muerte se debió a que no pudo consignar las tendencias viles del mercado, porque no mintió tras bambalinas o desde la comodidad de un calabozo con el raff riff, por tener actitud de grandeur, y por intentar elevarse con elegancia de todas estas cosas; por eso el jazz ha muerto y para alguna mayoría está bienvenidamente muerto. Pero lo que nosotros debemos comprender es que los prestamistas del mercado nunca han entendido la diferencia que hay entre una oficina, un podio de subasta y un templo; ellos nunca se han enterado de la identidad de cosa alguna, con excepción de la prisa, de la trampa, de la estafa o del juego. Si los escuchas, te dirán que todo está siempre a la venta. No reconocen diferencia o distancia alguna entre lo sagrado y lo profano. Para ellos, cualquier cosa es un juego justo que será usado después en su propio juego. ¡Oh! Ellos son los que se burlan, ahora que se enteran que el féretro de esta noble música ha sido construido; ¡y se ofrecen donar más clavos! Envían ramos en vez de guirnaldas. Sienten que esta música llegó a sus últimas cuando ya no pudo ser explotado en el mundo de la prostitución, aquel mundo donde la belleza y el hermoso acto del romance íntimo y la procreación son reducidos a un solo hecho: el ritual impostor en el cual el apetito del consumidor por las mentiras es equivalente a la “buena voluntad” de la prostituta que está dispuesta a mentir por cualquier precio que se esté dispuesto a pagar. Los tonos de las mentiras son hechos vulgares y por eso no son sonidos nobles."

"Sin embargo, hay otra verdad y los pasos de esta verdad cruzan el tiempo de la misma forma que una fuerza inexorable pasa a través de un objeto inmóvil. Esto es lo que digo: que esta verdad es tan irresitible que pasa a través de los objetos inmóviles. Esta es la verdad del deseo por alcanzar un refinado y apasionado retrato de la presencia y de la fuerza y de las posibilidades del espíritu humano. ¿Lo puedes imaginar? He dicho: un deseo por alcanzar la refinada y apasionada pintura en la música sobre la presencia y la fuerza y las posibilidades del espíritu humano. Éste es el deseo que iluminan las velas en la oscuridad. Éste es el deseo que confunden los dragones, quienes que se creen tan grandiosos. Hemos escuchado el rasguido del fósforo y así nos hemos sentido a nosotros mismos: hechos en el resplandor de una vela por mucho tiempo. 
Es posible que escuchemos algo de aquellos tiempos: de los descendientes de los muchos que estuvieron literalmente a la venta (up for sale):
de aquellos quienes presenciaron esas subastas y estuvieron en las cuadrillas de esclavos formando la cruz sobre la cual la Constitución de esta Nación fue crucificada; 
todavía después de esa crucifixión, de aquellos quienes se levantaron en el tercer siglo de la esclavitud americana con una visión de libertad; 
de todos aquellos quienes encendieron una poderosa mecha que alargó la vela y la sostuvieron; 
de aquellos quienes hablaron a través de la música sobre el significado de la luz; 
de aquellos quienes no se contentaron con aceptar la oscuridad en su corazón, ni la rendición ante los dragones engreídos; 
y de quien dijo: “escuchen cuidadosamente: si me das una oportunidad justa, te puedo ayudar a entender lo que significa la democracia” sí, esto es precisamente lo que ellos dijeron: “si me das una oportunidad justa, te puedo ayudar a entender lo que significa la democracia” 

"Ellos fueron quienes hicieron esta noble música, pero conforme nos lamentamos por el paso de esta noble música, se nos dice que aceptemos la idea de que ya no son bienaventurados aquellos dotados de inclinaciones majestuosas; se nos dice que ya no son bendecidos aquellos que tienen la intención de refinar estas inclinaciones majestuosas del ritmo y tono. Si llegáramos a aceptarlo nos encontraremos ignorando los imperativos democráticos de nuestros derechos de nacimiento. Seríamos incapaces de comprender lo que significaba regresar de día, cuando el sol de la libertad había sido tapado por la práctica vil de la esclavitud. No podríamos entender a quienes viviendo bajo la sombra del dragón de la sumisión habían confeccionado un poderoso carro de fuego para llevarnos y traernos al hogar de la esperanza humana, que es el heroísmo. Y digo heroísmo porque siempre descansa en la cualidad de la valentía, en la dedicación, en la voluntad, en la nobleza que subraya las maravillosas frases de esta música que trastabilló hacia abajo y hacia arriba y después usó las alas. Supo que su brillante armadura le vendría bien porque había probado esa armadura sobre las puertas del infierno de la esclavitud. Era una etérea y aerodinámica forma de arte musical en América. Era democrática porque probó una y otra vez que el sonido de la gloria humana no conoce limitaciones sociales, que el sonido de la gloria humana no guarda relación con el pigmento de la piel, que el sonido de la gloria humana trasciende todas las definiciones excepto aquellas del alma humana en sí mismas. Sin duda, fue una música noble" . 
 "Alguna gente se preguntará: “¿quién es este hombre hombre para hablar sobre nobleza? ¿no sabe que éste es el siglo de un dragón enloquecido y de la sangre derramada? ¿No sabe que el aliento del dragón respira bajo del cuello del año 2000? ¿Que acaso desconoce que ésta es la era de la rapidez y del cash?” 
"Y yo respondo que los laberintos entretejidos de la avaricia y de la manipulación son tan viejos como la primera mentira, porque cuando mientes, estás intentando manipular; y cuando intentas manipular con ese falso propósito, revelas tu avaricia; y cuando te tragas el polvo del dragón voluntariamente te revelas como un tonto, como un cerdo, como uno de esos tipos nacidos cada minuto. Pero también les contestaría diciendo que la nobleza siempre surge en alguna parte, afuera, allí en el mundo, y cuando se vive en una nación democrática se tiene que enfrentar el hecho misterioso de que la nobleza no posee ninguna dirección permanente; se tiene que hacer frente al hecho de que nadie posee el número privado de la nobleza. La nobleza no se encuentra en el directorio telefónico. La nobleza no se menciona en la página de sociedad, la nobleza se muestra donde se siente y el lugar donde se siente puede que sea justo en cualquier parte. Si puede erigirse como una poderosa luz entre los rebaños humanos, entonces puede venir desde donde desee. ¿Lo ves?, La nobleza está enlistada. Sí, está lista. La nobleza está lista por sí misma en el espíritu humano, y su propósito es alistar los oídos de quienes escuchan la canción agridulce de las preocupaciones espirituales. Mientras aguardamos aquí de luto por la muerte de esta noble música, debemos sentir el dolor para acordarnos de algo. Hay algunos de nosotros quienes no aceptamos que tengamos sueños iguales a los de los dragones; no nos importa lo grandes que estos dragones presuman ser. Sí, en efecto, habrá quienes se rehusen a dejar caer su vela aunque sean empujados dentro de una cueva oscura trabada con una piedra. No olvidemos a personas como Duke Ellington quien nunca abandonó el campo de batalla, debido a que el sonido de un címbalo vibrando en una fiesta es ovbiamente más hermoso que el sonido de una caja registradora. Habrá que recordar que ahí están personas como Duke Ellington dispuestos a enfrentar la majestad de su herencia y a soportar el lento y doloroso desarrollo que exige un estudio serio. En efecto, se debe recordar que existe una clase de estudio serio que da la confianza para encender un fósforo y con él una poderosa mecha que iluminará entonces otra porción de la oscuridad. En alguna parte, fuera de aquí, existen esta clase de personas quienes no aceptan la autopsia prematura de un arte noble. Éstos son quienes siguen los pasos del dotado y del disciplinado a quiénes han lastimado profundamente pero, sin embargo, no han podido desalentar; quienes se han asustado mucho pero no han olvidado cómo ser valientes, quienes se revelan en la compañía de sus amigos y amores pero quienes están dispuestos a enfrentar la soledad que exige la maestría... Para sostener la vela, se tiene que aceptar el hecho de que cuando la cera se derrita resbalará y se quemará la mano. Se debe estar dispuesto a aceptar el hecho de que el dolor es una parte del proceso de revelación. Se debe estar dispuesto a tomar el campo y a permanecer en el campo de la manera que Duke se mantuvo en el camino, viajando en coches rápidos, viajando en coches Pullman, viajando en autobús, viajando en barco, viajando en ocasiones contra su voluntad en aeroplanos. ¡Duque Ellington aceptó el dolor y la agonía y sus propias dudas y la decepción haciéndoles frente porque lo habían inspirado! Duke Ellington fue un inspirado por la majestad que escuchó en músicos provenientes de todas las tonalidades y de todos los niveles. Duke escuchó a la Orquesta Constitucional de la Vida Americana y la transformó en una forma musical. Cada vez que decimos que esta música está muerta, Duke estaba allí afuera, escribiendo música y componiendo el significado de su democrático derecho de nacimiento en una artística lengua que pronunció su primera última parte con palabras que nos remiten a ese primer día en que un esclavo cantó una nueva canción en una tierra nueva. Estoy aquí para decirte que habemos quienes no aceptamos las autopsias prematuras de una noble forma de arte. Habemos algunos quienes fuera de aquí estamos en una búsqueda y en curso de esta búsqueda nos hemos encontrado a nosotros mismos teniendo que componer conquistas. Habemos algunos quienes fuera de aquí creemos que la majestad de la vida humana exige una interpretación en ritmo y entonación. Duke Ellington compuso con Sidney Bechet, con Louis Armstrong, con Coleman Hawkins, con Charlie Parker, con John Coltrane, y escribió música para casi todos ellos. Su propia orquesta fue definida por Mahalia Jackson como una institución sagrada. La Orquesta de Duke Ellington era la manifestación del tambor con que él llamaba a esta música. Fue dedicado sin escatimos. Él sabía que tú tenías que escuchar un sonido noble. ¿Lo ves?, tienes que mirar hacia fuera para encontrar una tradición construida con la intención de poner inclinaciones nobles en ritmo y tono. Tendrás que cuidarte de las autopsias prematuras. Este noble sonido todavía no ha mentido en la cueva oscura donde los dragones lo han tenido. Este noble sonido pudo levantarse y empujar lejos las piedras que colocaron en su camino. Este noble sonido pudo levantarse hasta el gran lado del cielo y logró doblar las plateadas campanas de la luz musical y rasgar las ensombrecidas vestiduras del dragón que oscurecían al sol. Puedes observar estas autopsias prematuras. Un sonido noble es un ser poderoso. Puede sacudirte y terminar encima de ti revoloteando arriba y abajo, aleteando sus alas con tal ritmo que te lance en picada lejos de las limitaciones impuestas por los sueños de los dragones. He dicho: Tienes que revisar mejor estas autopsias. Este noble sonido, con su derecho de nacimiento tan claramente entendido por Duque Ellington, puede ser que te haga vibrar bajo y puede ser que te diga cómo mantenerte a bordo. Puede ser que se mueva con tanta tolerancia y con tanta confianza que recordarás lo que te he dicho: No debes prestar tanta atención a estas autopsias prematuras. Este noble sonido, este ser de majestad, este arte, tan atribulado pero tan preparado para la batalla, es capaz de elevarte a la comprensión de la vida humana y permitirte entender sin términos inciertos porqué aquel maravilloso washingtoniano, Edward Kennedy Ellington, nunca, nunca se salió del camino."

 El sermón “Autopias prematuras” fue escrito por Stanley Crouch y pronunciado por el reverendo Jeremiah Wright, Jr, para el albúm The Majesty of the blues, grabado por Wynston Marsalis en 1989. El sermón, dicho en la obra de “New Orleans Funeral” esta compuesto de tres partes -”The Death of Jazz,” “Premature Autopsies,” and “Oh, But on the Third Day (Happy Feet Blues)”

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